Una excelente novela, opera prima de Guillem Martí, familiar directo del conseller que a través de dilaciones y argucias logró salvar ediliciamente a Barcelona en los días previos a la entrada de Franco. Órdenes de Moscú pedían que la ciudad fuera incendiada para no dejarle nada al enemigo. Los personajes secundarios están brillantemente perfilados. Sobre todo el agente soviético Yuri, mostrando los claroscuros de un alma atormentada. Excelente logro. Dos historias de amor bien planeadas a lo largo del libro. Nos muestra las tripas de la ciudad en sus habitantes carcomidos por el hambre y la incertidumbre. Pasa revista a que la guerra la perdieron los Republicanos gracias a sus divisiones internas y a sus impericias en qué hacer primero: La revolución o la guerra. Aparecen personajes históricos como Negrín, Companys, Líster, el general Rojo, el general Yagüe. Diez días de enero de 1939 que te dejan en vilo, entre el martilleo constante de los bombardeos y el “¡Ya llegan los nacionales!” Una cosa que aprecié fue pequeñas historias salpicadas en cada capítulo de personajes anónimos en el frente y la retaguardia. Pocos personajes, pero bien logrados. Son 574 páginas disfrutables una por una. Desde 2015 se está filmando la película. Ya exiliado en México, Serra i Pàmies escribió una carta a su hermano donde manifestaba: “¿Tú crees que si los barceloneses conocieran este episodio me mostrarían agradecimiento por ello? A mí, que podía perder la vida en Barcelona en mis dilaciones y contraórdenes primero y después en Moscú, en el proceso, ¿crees que alguno de los vecinos a quien le esperaba una muerte segura me daría las gracias? No, hermano Josep. Los pueblos se olvidan de los peligros que han pasado y viven el presente. Si algunas gestas recuerdan son las bárbaras, no las humanas”. Jamás volvió a Barcelona. Murió en México en 1968.
top of page
bottom of page